martes, 5 de marzo de 2013

Realidad

Y de repente descubro que en la oscuridad
me encuentro a mi misma.
Pero este mar de lágrimas parece eterno
y solo crece en la penumbra.
Los espejos reflejan mis cicatrices a flor de piel
rojas, profundas.
Solía ser todo tan bello, de ensueño
una utopía tan barata.
El sentido hoy escapa a mi razón
y hasta las madrugadas me confunden.
Me uno a esos ciegos
que vagan creyendo ver.
A los mentirosos
que defienden la verdad.
A los fantasmas
que no saben que están muertos.
A los ignorantes por elección.
A los pensamientos que desean ser sueños,
y a los sueños que sueñan ser realidad.